Para el Gobierno departamental es lamentable que a pesar de las recomendaciones permanentes para evitar el uso de pólvora a escasos 11 días de la temporada decembrina el número de lesionados vaya en ascenso.

 

“Entre el primero y el 11 de diciembre tenemos 23 personas quemadas, de las cuales 13 ocurrieron la noche de velitas del 7 de diciembre, aunque hay una ligera reducción con respecto a la noche de velitas de 2016, cuando se quemaron a 17 personas. Hoy van 23 personas quemadas, de las cuales 13 son menores de edad”, dijo la secretaria de Salud Departamental, María Cristina Lesmes.

 

Recordó que las consecuencias para la salud de los afectados son permanentes.

 

“Es una situación difícil. Tenemos quemaduras sobre todo en ojos, dramáticas; la perdida de dos falanges en una mano, lesiones en mano. Un número importante de niños que serán revisados por el ICBF, pero creo que lo importante es que la ciudadanía no ha entendido los riesgos de la pólvora”, dijo la Secretaría de Salud, al tiempo que consideró preocupante que “se siga pensando que los niños pueden manipularla y que no tomamos una decisión definitiva en la vida que es convertir el fuego pirotécnico en un espectáculo público”.

 

Desde el Gobierno del Valle se realizará un seguimiento a las alcaldías para establecer si han acatado la petición de la Gobernadora Dilian Francisca Toro, de tomar medidas para evitar el uso de pólvora entre los ciudadanos.

 

Hasta ahora 16 municipios han expedido decretos en los que se prohíbe el uso, comercialización y distribución de pólvora.