Por

Jesús Glay Mejía N.

 

Con el riesgo de aparecer repetitivo, no se puede dejar de insistir en las carencias que presenta el enfoque de desarrollo del territorio: Distrito Especial de Buenaventura.

 

Constantemente se habla por parte del alcalde de turno, de la dirigencia gremial, de los líderes políticos, de los funcionarios del orden nacional, sobre el futuro de Buenaventura. En unos casos se mencionan proyectos ambiciosos, en otros se habla de propuestas desenfocadas, las unas y las otras sin rumbo, corren el riesgo de terminar como ha sucedido, en propuestas de papel y olvidadas, como el sonado Mega Plan, solo ruido. ¿por qué?

 

Por que, cuando no se tiene un rumbo definido, cualquier viento es bueno, decía Séneca. Ahora que hay alcalde recién posesionado, con respaldo popular y credibilidad, hay que aprovechar para realizar la gran concertación social, ¿hacia donde dirigir la nave? Definirle una visión de futuro al territorio y enfocar los esfuerzos hacia allá.

 

No se puede continuar improvisando, señalando proyectos sólo con buenas intenciones, es necesario definir el escenario deseado, los objetivos, las metas, las estrategias, los proyectos, las acciones, los recursos y el talento humano; muy importante, cómo va a participar la ciudadanía. Los lectores seguramente calificaran lo señalado como obvio, lo grave, es que no se hace.

 

La planeación requiere de conocimientos, actitudes y habilidades para construir el futuro, definir escenarios deseados, identificar gérmenes de desarrollo y así superar los diagnósticos basados en problemas, en carencias. Es necesario dialogar, negociar y concertar para viabilizar el plan. Es cierto que hay unas propuestas del comité del paro y unas acciones ya aprobadas por el Gobierno nacional, sin embargo, estas no constituyen el Plan, hay que articularlas y definirlas en función de la visión de futuro.

 

Trabajar el plan concertado con la comunidad, con los diferentes actores sociales, involucrarlos, los compromete, genera identidad con el territorio y produce sinergias en favor del desarrollo integral. Es entonces el momento de formular la gran visión de futuro del Distrito Especial, Industrial, Portuario, Biodiverso y Ecoturístico, que conduzca a superar el estado de exclusión y pobreza y se constituya en territorio de bienestar y desarrollo humano.

 

Enero 24 de 2020