Nov 28, 2024

La primera vuelta en la elección presidencial No. 1

  • May 30, 2018
  • May 30, 2018
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La primera vuelta en la elección presidencial.No. 1

 

Por

Jesús Glay Mejía N.

Mayo 27 de 2018

 

La elección del 27 de mayo en primera vuelta para la presidencia despertó el interés de los colombianos constituyéndose en la más votada de los últimos 20 años, con una participación que llega al 53 % del total del censo electoral estimado en 36 millones y una votación alrededor de 19 millones.

 

Son varias las conclusiones:

 

  1. El fin del bipartidismo y la presencia de una ciudadanía con criterio y opinión política, que se abre a posiciones independientes de los partidos y de los jefes políticos que tradicionalmente manejaban las clientelas regionales. Persiste la presencia del clientelismo en el Congreso de la República, tarea que deberá abordarse en la consulta anticorrupción y definitivamente en un proyecto de reforma de los partidos políticos y el combate a la corrupción.
  2. La polarización del país, evidente en los resultados con los ganadores de los extremos, sin desconocer los logros del candidato Fajardo que refrescan el ambiente y abren las posibilidades por fuera de la polarización. Preocupan los resultados en términos del proceso de paz. Por un lado, el candidato Duque del Centro Democrático con la mayor votación 7.6 millones, representa las fuerzas que se oponen a la negociación con las FARC, además partidario del modelo económico neoliberal. Por el otro, las tendencias de izquierda representadas por el candidato Petro, que propone un cambio del modelo económico hacia una economía distributiva orientada a la producción agropecuaria, la mediana y pequeña empresa, partidario de cumplir los acuerdos con la exguerrilla. Debate electoral que continúa mediado por la polarización y los temores.
  3. El triunfo de Sergio Fajardo se preveía por varias razones, era el candidato con la imagen más positiva y el más bajo rechazo, percepción que juega al momento de decidir el voto, un discurso conciliador que logra mantenerse por fuera de la polarización y la lógica de negociación electoral tradicional, una práctica política libre del clientelismo y firme en no ofrecer dádivas por el voto, garantizando la lucha frontal contra la corrupción, un discurso motivador y esperanzador. Contrario al calificativo de sus opositores de ser débil en sus posiciones, ha demostrado la fortaleza y fuerza de sus planteamientos y coherencia política. Es un ganador.

 

Una señal de alerta es la necesidad de asumir nuevos cambios en la vida política y económica como la reestructuración de los partidos y la presencia de nuevos, con estructuras democráticas, erradicar el clientelismo y la corrupción, el país debe orientarse a reducir la desigualdad en Colombia, uno de los más desiguales, un modelo económico que respetando la empresa privada y la productividad garantice una estructura tributaria redistributiva, atención al sector rural, ética de respeto por lo público y valores por el derecho a disentir, a la vida y la convivencia social.

 

Estas son algunas de las enseñanzas que deja el reciente debate electoral, que el país deberá abordar, para fortalecer al Estado Social de derecho definido en la Constitución de 1991.

 

 

 

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