Sep 21, 2024

La dura realidad en la cárcel de Buenaventura

  • May 20, 2015
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La dura realidad en la cárcel de Buenaventura

Más de 700 presos hay en la actualidad en el Centro de Reclusión local, lo que tiene preocupado al director del penal, los miembros del INPEC y los familiares de los reos por el alto hacinamiento que presenta la institución.

 

Los internos están distribuidos en cinco patios y hay un espacio más donde están 36 mujeres, acusadas de diferentes delitos. En el primero de ellos hay en su mayoría violadores, ladrones, homicidas y miembros de antiguos grupos paramilitares.

 

En los patios dos y tres que están prácticamente unidos, hay en su mayoría exmilitantes de la guerrilla y en menor número detenidos por otros delitos de alto y bajo impacto.

 

En el patio cuatro, están los denominados ‘Urabeños’, también hombres sindicados por narcotráfico y aquellos que hacían parte del grupo ilegal Gaitanista.

 

Finalmente en el patio cinco están los que trabajaban como servidores públicos en instituciones como la Policía, Infantería de Marina, CTI, Fiscalía, aunque también se pueden hallar acusados de narcotráfico.

 

En lo que respecta a la guardia, son 60 hombres los que prestan el servicio y 10 administrativos. La población total de la cárcel de Buenaventura, era de mil reos, de los cuales 300 en la actualidad han sido trasladados a otras cárceles del país.

 

El mayor desafío que tiene la entidad penitenciaria es el alto hacinamiento, porque los reclusos duermen colgados o en el piso uno al lado del otro, sin tener por donde pasar y mucho menos cómo cambiar de posición para no tropezar a su vecino.

 

A parte de este, también predominan las enfermedades infectocontagiosas como: tuberculosis, VIH, gonorrea, sífilis y respiratorias. En la actualidad sólo hay un médico que atiende en promedio entre 50 y 70 internos, por un espacio de tres horas. Los pacientes son escogidos entre los que presenten cuadros de salubridad más agudos.

 

La infraestructura interna está en precarias condiciones y se requiere construir más patios para lograr que los reclusos estén cómodos. De igual forma, se requieren más guardias del INPEC para controlar a toda la población carcelaria, además, optimizar las garitas e implementar mejoras en la vigilancia de todo el recinto.

 

Otro aspecto con el que se debe lidiar es con el tráfico de elementos no permitidos como la marihuana, perico y licor en sus diferentes denominaciones, los cuales a pesar de todos los controles siguen ingresando de forma ilícita a la cárcel.

 

Para descontar tiempo a sus condenas los presos pueden estudiar en dos áreas educativas que funcionan en doble jornada, además, tres profesores del Sena dictan cursos, realizan collares y pulseras o trabajan en un taller haciendo cuadros, mesas y asientos. Para mantenerse en forma pueden hacer deporte en la cancha de fútbol.