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Excelente el articulo de León Valencia sobre los recientes acontecimientos de Guatemala a raíz de los escándalos por corrupción que condujeron a la destitución y juzgamiento del presidente Otto Pérez Molina. Como ejemplar, la conducta del pueblo que derrotó en las urnas a los candidatos de los partidos que han ejercido el poder y la votación por un personaje ajeno a la política como es el comediante Jimmy Morales.
Ni punto de comparación con lo que sucede en el país en donde los gobernantes corruptos terminan siendo vitoreados por la misma gente del pueblo que ha sido afectada con sus conductas corruptas, que ven en un favor o dádiva la recompensa, que no es otra cosa que pan para hoy y hambre para mañana, resultado de una mentalidad dependiente o como la llamara el pedagogo brasilero Paulo Freire, cultura de los oprimidos.
"Hice un recuento de los últimos escándalos en Colombia, de los que han ocurrido en los últimos 15 años, escogí algunos, solo algunos, los que retenía en la memoria: la defraudación de la salud, casos de SaludCoop EPS, Caprecom, Coomeva EPS y los desvíos de parafiscales; Agro Ingreso Seguro y el abuso de los recursos del Ministerio de Agricultura; robo a Bogotá en la construcción de TransMilenio por la 26 y en las irregularidades en la contratación de la recolección de las basuras; los líos en la construcción de la vía Bogotá-Girardot; y el insólito fraude a la democracia realizado por los más de 125 parlamentarios y cerca de 500 políticos locales vinculados a la parapolítica, muchos de los cuales están acusados además de asesinatos, despojos de tierra y participación en el narcotráfico.
Muy grave lo de Guatemala, pero un juego de niños comparado con lo que ha ocurrido en Colombia. Por eso nunca pensé que los escándalos del país centroamericano terminaran en la renuncia y el juicio al presidente y a la cúpula del gobierno. No me cabía eso en la cabeza. Pensaba que terminaría como acá, con la condena judicial de un grupo de funcionarios y dirigentes políticos, especialmente mandos medios, algunos de los cuales se irían del país alegando persecución, mientras que otros iban a la cárcel y seguían mandando desde allí. Nada de gran crisis política. Nada de un revolcón total en las siguientes elecciones". León Valencia. Revista Semana, del 18 de septiembre de 2015.
En Colombia es necesario seguir el ejemplo trazado por el pueblo Guatemalteco, continuar cohonestando con la corrupción y el clientelismo es condenar el país a la pobreza, a la violencia y lo más grave a seguir el ejemplo de Venezuela, en donde los partidos políticos se acabaron por sus prácticas corruptas, vacío que fue llenado por grupos de militares liderados por Hugo Chaves y hoy gobernado por Nicolás Maduro en lo que autodenominan el socialismo del siglo XXI, que lejos está de responder a la ideología socialista o a las enseñanzas de los clásicos. Marx, Engels o Lenin.
Es posible construir un nuevo sujeto social (tema recurrente en mis escritos) con formación política, con valores y una ética de respeto y valoración por lo público, ciudadanos y gobernantes que asuman la política como un asunto de interés público y social y no como una forma de apropiarse de los bienes públicos para beneficio particular y de sus amigos, o lo que sucede en el país en donde el ejercicio de la política se convirtió en una actividad empresarial al invertir en una campaña y recuperar la inversión mediante las cuotas políticas y la parte o parcela del poder que se entrega al inversionista o las empresas familiares políticas para beneficio de grupos familiares, la realidad es evidente.
La ruta la trazó el pueblo de Guatemala, este 25 de octubre el mismo día en que Guatemala va a la segunda ronda presidencial, Colombia marcará una ruta democrática en las elecciones del poder local, dando así el verdadero sentido democrático al voto y el primer paso para construir democracia y el camino a la paz que el país necesita.
Pacífico, septiembre 13 de 2015
Jesús Glay Mejía N.
Profesor titular jubilado
Universidad del Valle
