Por:

Jesús Glay Mejia N.

Ex director

Sede Pacifico de la Universidad del Valle

 

No me voy a detener en las particularidades de este proceso ya bastante comentadas en la prensa.  Sólo las señalaré en la medida que se requiera en la exposición.

 

1. Hay que elevar el nivel del debate electoral, superando los personalismos, los ataques personales y la llamada guerra sucia que han impuesto los asesores  extranjeros.

2. Definitivamente el país no está maduro para la reelección presidencial por la ausencia de estatutos de la oposición y reglas claras  para el candidato presidente, así como el tiempo que la campaña le ocupa al presidente y las regulaciones de control que retrasan la labor del Estado. Hay una parálisis de los programas del Gobierno.

3. La mal llamada “mermelada”  no es otra cosa que la práctica clientelista que conduce a los pactos políticos de barrio, de vereda (de los más pobres) que explota la pobreza, que compromete el voto ciudadano a cambio de prebendas o favores.  Algunos columnistas la consideran un mal necesario o el mismo presidente Santos la justifica por el papel que le corresponde a los parlamentarios de representar y buscar obras para su región. Confunden la acción política que el parlamentario o representante político de la comunidad tiene,  pues le corresponde representarla y buscar los apoyos y fondos para las obras y desarrollo regional, esto debe ser de manera clara, reglamentada y transparente y por gestión ante los organismos especializados del Estado. Lo que el parlamentario o político no puede es cambiar las obras del estado por la compra  de conciencias o votos, esto envilece al sujeto y a la  democracia y es su negación. El político o parlamentario que actúa de manera clara y trasparente esta en todo el derecho de informar a los representados de sus gestiones  y a ganarse el favor  mediante el voto. Lo que no hay es que confundir las gestión política con el clientelismo, este último conduce a la corrupción, al despilfarro, es una manera de apropiarse de los dineros públicos y esta práctica afecta a los mas pobres  porque resta  eficiencia  a las acciones del Estado.

4. Positivo en este proceso lograr la alianza de diferentes sectores políticos y la izquierda en defensa del  proceso de negociación que realiza el gobierno del presidente Santos con las Farc, que nunca antes había avanzado tanto y que es un anhelo nacional.

5. El triunfo del Presidente Santos muy positivo para la coyuntura actual del país, sin embargo este no es holgado y no supera el millón de votos, por su parte el Uribismo representado por Oscar Iván Zuluaga obtiene una votación relativamente importante. Grave la actitud asumida por el ex presidente Uribe de salir inmediatamente terminó de hablar el presidente Santos, a ripostar y a lanzar graves acusaciones a la conducta electoral  del movimiento que lideró el presidente Santos, hasta cuestionar el triunfo.

 

Que le corresponde al  presidente Juan Manuel Santos en su segundo periodo.

 

1. Buscar la reconciliación nacional a partir de respetar la oposición y una apertura del dialogo con los diferentes movimientos políticos.

2. Santos no puede olvidar el apoyo que le dio la izquierda  que lo lleva a manejar con mucho cuidado el proceso de paz y a convocar y garantizar el Consejo Nacional de Paz como una instancia de diálogo, consulta y concertación. Debe garantizar sacar adelante las reformas pendientes: Reforma a la educación superior, la reforma a la salud a partir de garantizar el carácter de valor público de la salud, características del sistema: que tenga oportunidad del servicio, calidad técnica y humana  y acceso a toda la población, la reforma a la justicia, el estatuto de la oposición, y hacer efectivas las leyes que garantizan la atención y restitución a las victimas de la violencia.  Prestarle mayor atención al campo  e instaurar un programa de desarrollo rural integral.

3. Una tarea para el Presidente Santos que no puede soslayar es definitivamente combatir la corrupción y el clientelismo, ambas prácticas son la principal causa y factor de violencia, por que afectan la institucionalidad, es claro el rechazo de gran parte de la población a estas prácticas tan arraigadas en la cultura política del país, una muestra es el  alto abstencionismo que en el fondo significa la incredulidad en el estado, en sus instituciones, acentúan la pobreza por el desvío y malversación de los recursos destinados  a los programas sociales,  además si el país quiere de verdad entrar en un proceso de paz debe comenzar por estatuir una nueva práctica de la gestión de lo público y de los bienes públicos y sociales.

 

Lo demás viene como consecuencia de los cambios en  la cultura política basada en el respeto por lo público y fundamentada en los derechos humanos, iniciando por el respeto a la vida y a la diferencia.

 

Junio 15 de 1014