Una gran impotencia sentían los comerciantes estacionarios y ambulantes por la inundación injusta de una buena parte de las calles de la ciudad y que de paso los afectó de manera directa. A esto se suma la alta marea, el mal manejo que los mismos comerciantes y la comunidad le dan a las basuras y por supuesto que también por la no entrada en funcionamiento de la estación de bombeo del centro.

 

Y si el centro estaba colapsado por las inundaciones Pueblo Nuevo y otros sectores de la ciudad por idéntica razón.

 

La situación fue tal que los comerciantes se vieron obligados a colocar unas barreras para que los conductores no transitaran por algunas calles, debido a la velocidad que estos le imponen a los vehículos para que no se les apaguen y que con las olas generadas mandaban basuras y por supuesto agua a sus negocios.

 

Ya es hora que la Administración Distrital, Sociedad de Acueducto y Alcantarillado e Hidropacífico den las razones por las cuales no ha entrado en funcionamiento la estación de bombeo del centro, para que no se vuelvan a presentar estas inundaciones que en todo caso se pueden prevenir.