Nuevamente el país se ve en la mitad del falso progreso, que implica la vicepresidencia, y la figura de la mujer como representación de las multitudes y el verdadero avance de una sociedad acartonada, racista, homófoba y clasista, que en cada generación solo vende el posible progreso, que cuando se cree estar más cerca de él, una avalancha de desilusión atraviesa los miles de corazones llenos de esperanza por un cambio.
La Vicepresidencia en Colombia, un puesto para muchos irrelevantes, por la poca o nada de acción que puede llegar a desempeñar quien ocupe este cargo, dependiendo el enfoque que se le dé al mismo, teniendo múltiples funciones limitadas por nuestra carta magna del 91, que por años, cómo no es de extrañar en Colombia, guiada por el machismo, estuvo mucho tiempo a manos de los hombres, y cuando se le permitió a Colombia soñar en el 2018, quedo en disputa de dos mujeres, por primera vez, iba si o si una mujer a ser la vicepresidenta en Colombia, en ese caso hablábamos de Martha Lucía Ramírez (actual vicepresidenta) y Claudia López (actual alcaldesa de Bogotá).
Nuevamente, una representaba las masas y las minorías en este país, perteneciente al colectivo LGBTIQ+, luchadora por los derechos humanos en Colombia, siendo la principal líder en promover las 7 papeletas, por otro lado, nos encontrábamos, con la representante del continuismo, con una amplia carrera política, siendo ministra de Comercio, Industria y Turismo, posteriormente Ministra de Defensa, y candidata a la presidencia en el año 2014. Colombia en el 2018 se enfrentaba al verdadero cambio, que cómo es historia, sabemos cómo terminó…
Cómo si de un dejavu se tratase, hoy en Colombia se presenta la segunda oportunidad de elegir a una mujer como vicepresidenta, y por primera vez alguien que represente verdaderamente a las comunidades afrodescendientes, pero ¿Qué representaría para Colombia, la oportunidad de tener por primera vez una vicepresidenta qué se sienta y represente a las comunidades negras?
Un cambio de esquema, algo impensable, un paso gigantesco para las comunidades negras, que ni siquiera se habría imaginado este fenómeno en un libro de realismo mágico de García Márquez, representando un verdadero cambio de estructura, y una esperanza para nuestra niñez y juventud que sueña desde su inocencia lograr alcanzar puestos tan altos, solo con la esperanza que estás dos mujeres no sean una simple burla al sistema, sino que sean el inicio de esta nueva era.
Ahora bien, para mi criterio es irresponsable desde los medios de comunicación asegurar que si o si una mujer afrodescendiente va a queda como vicepresidenta en estas elecciones, y es ahí la importancia de conocer lo que realmente significa ser afro.
Ser afro, tiene un peso más relevante que el color de piel o ser descendientes de tribus, príncipes y reyes africanos, tiene una connotación de pasado histórico, lucha, identidad cultural, que viene intrínseco en las costumbres de una raza, es el restablecimiento de los derechos.
Cabe resaltar, que las comunidades negras están asentadas en los territorios con mayor vulnerabilidad, que, de acuerdo con el Departamento Nacional de Planeación (DANE), se entiende como vulnerabilidad territorial, los lugares donde las comunidades experimentan inseguridad e indefensión, provocado por el conflicto armado interno, la criminalidad común y organizada, además de déficit de educación y salud.
Es así, como tenemos hoy dos mujeres de pigmentación negra, en contra de todo pronóstico, a nada de ser la Vicepresidenta de Colombia, pero realmente, ¿Cada una significa, lo que debe significar para el país?
Marelene Castillo Torres, una mujer de 53 años, nacida en la ciudad de Cali, Valle del Cauca; creció en una familia devotamente católica siendo la mayor de cinco hermanas, se crio en el barrio La Base, de clase media, al norte de Cali. Es hija de una modista de Buenaventura y un vallecaucano pensionado como funcionario público de la Corporación autónoma del Valle del Cauca. Se graduó del Colegio Nuestra Señora del Pilar de Cali.
Ha dedicado su vida a la academia, teniendo una amplia experiencia y estudios en la educación, es licenciada en Biología y Química de la Universidad Santiago de Cali, Ingeniera Industrial de la Universidad Autónoma de Occidente en Cali (1995-2000), tiene una maestría en Administración de la Universidad Tecnológica de Monterrey y un doctorado en educación de la Universidad Nova Southeastern University en Florida (2013 – 2016).
Inicio su vida profesional, en 1990, como docente en el colegio del cual se graduó como bachiller, como docente de biología durante once años, a su vez también laboro como docente de química en el Colegio Mayor de Cali, al finalizar su carrera como ingeniera en 2001, se convirtió en Decana, hasta el año 2007 en la Fundación Universitaria Católica Lumen Gentium, donde posteriormente sería Vicerrectora y Rectora encargada.
Para el 2011 asumió como Rectora de la Universidad Minuto de Dios virtual y a Distancia, donde luego de cinco años pasar a ser Vicerrectora Académica, y a partir de febrero del 2022 posicionarse como directora de Iniciativas Estratégicas de la Uniminuto.
Encontramos que a lo largo de su vida y su carrera profesional, existe una fracturación de su identidad étnica, primeramente porque aunque es hija de una bonaverense, fue criada toda su vida en Cali, donde estuvo aislada totalmente de sus costumbres étnicas y es acogida por costumbres más occidentalizadas, y es ahí donde nace una incertidumbre a la cual no se le tiene una respuesta, y es que además de la pigmentación de su piel, ¿Marelene Castillo realmente se identifica como perteneciente a las comunidades negras o afro descendientes?
Por su parte, Francia Helena Marqués Mina, lideresa social, activista defensora de su territorio y ancestralidad, proveniente de Suarez, Cauca, nacida en 1981 en una pequeña vereda de Suarez, llamado Yolombó, sus padres se dedicaron a la Agricultura y la Agrominería, siendo desde su adolescencia madre cabeza de hogar, trabajando en minería de oro artesanal, al mismo tiempo que laboraba como empleada doméstica.
Inicio su educación profesional, graduándose de un técnico agropecuario en el Sena y como abogada en la Universidad Santiago de Cali. Actualmente adelanta su especialización en escrituras creativas en la Universidad ICESI.
La ganadora del premio Godman en el año 2018, ha centrado su trabajo en la protección del medio ambiente, desde 1997, es miembro activo de la Organización Proceso de Comunidades Negras, de 2002 a 2010 tuvo una dura lucha contra la minería ilegal donde a través de una tutela logró que la Corte Constitucional retirara los títulos de la explotación minera, evitando que a la comunidad ancestral de La Toma fuera despojada de sus tierras, esto le conllevo amenazas de muerte.
Entre 2010 a 2013 fue presidenta de la Asociación de Mujeres Afrodescendientes de Yolombó, Recibe el Premio Nacional a la defensa de los Derechos humanos en Colombia, en la categoría Defensora del año por liderar “La marcha de los Turbantes”; en septiembre de 2015 la organización Sueca Diakonia, le otorgó el Premio Nacional como Defensora de Derechos Humanos.
En estos dos personajes, tenemos una clara referencia de las dos caras de la realidad colombiana, en una, vemos la facilidad de llegar al acceso a la educación y poder realizar su carrera con base a lo que la mayoría ha soñado desde pequeños, graduarse del colegio e ir directamente a la Universidad y poder desarrollar y mejorar sus destrezas de acuerdo con sus gustos académicos y así iniciar su carrera profesional de acuerdo con lo que le gusta.
Por otro lado, tenemos el rostro del difícil crecimiento y el acceso a la vida digna en Colombia, donde para alcanzar tus sueños, debes saber atravesar todas las barreras para poder derrotar el sistema; tenemos la ingenuidad de la adolescencia sin terminar, y la resiliencia para soñar un país donde se pueda respirar y habitar mejor, donde con dolor, llanto y esfuerzo logró transmitir la dignidad a su comunidad, incluso sin importar que fuera despojada de su territorio por su trabajo social y con el mismo esfuerzo llegar a la academia, para poder educarse y cada día superarse.
Ahora bien, ¿Cómo fue el camino de cada una de estas mujeres para llegar a ser la fórmula vicepresidencial de los candidatos presidenciales?
Por su parte, Marelene Castillo, se postuló a un llamado desesperado que hizo el actual candidato a la presidencia Rodolfo Hernández, dónde buscaba ciertas características para quien él quería como su vicepresidenta, posterior al escándalo que tuvo al elegir a la periodista de Blue Radio, Paola Ochoa, por todos los comentarios desatinados, llenos de odio, clasismo, xenófobos y racistas, lo cual iba en contra de todo lo que está campaña promulga.
Es así, como después de que la misma Paola Ochoa renunciará a la candidatura como vicepresidenta, Rodolfo le ruega a diversos empresarios, como Arturo Calle, Beatriz Fernández y Mario Hernández, que al ser rechazado, decide solicitar hojas de vida para elegir vicepresidente, donde alcanzo a recibir quinientas, donde finalmente es elegida Marelene que cumplía a cabalidad con lo que él así buscaba.
Por la manera tan práctica de Rodolfo Hernández buscar su fórmula vicepresidencial, él no conoce a su compañera política, por lo tanto los une el profesionalismo y se piensa que sus ideales políticos.
Es así como, el nombre de Marelene Castillo empieza a sonar en el país a principios de marzo, cuando es aceptada como la fórmula vicepresidencial del exalcalde de Bucaramanga.
Marelene en varias entrevistas a declarado, que si, que ella es una nadie, que ha dedicado su vida a la academia, y que es lo que necesita Colombia, una académica que sepa cómo administrar ciertos aspectos del país.
Así mismo, Francia Márquez, inicialmente aspira a convertirse en la candidata presidencial del Pacto Histórico, en representación del Polo Democrático alternativo y Soy porque somos, de esta manera, Colombia tuvo la oportunidad de tener como pre – candidata a la presidencia a Francia Marqués, la cual fue la segunda más votada dentro de su coalición y la tercera a nivel político de las consultas, quedando por encima de candidatos con una amplia trayectoria política como lo es Sergio Fajardo, Alejandro Char, David Barguil, Enrique Peñalosa, entre otros.
Convirtiéndose en un fenómeno político, por todo lo que significa Francia Marqués, a las personas que se ha enfrentado y a quienes representa, y es así como a sus 40 años, se posiciona como fórmula vicepresidencial del candidato a presidencia Gustavo Petro.
Es interesante lo que actualmente sucede en el país, dado a qué este año de elecciones podría ser una puerta entre abierta, para que dentro de cuatro años podamos soñar con una mujer presidenta, sin embargo no podemos dejar de lado muchas situaciones que están sucediendo dentro del país.
Por toda la connotación de la lucha por el restablecimiento de los derechos y la identidad de los Afrodescendientes, debemos saber que es lo conveniente y quién verdaderamente se representa con nuestra comunidad, ser negra, no es lo mismo que identificarse y luchar por los derechos de los Afrodescendientes, y es ahí la gran diferencia de estas dos candidatas.
Ciertamente, Francia, no solo representa a las comunidades étnicas y excluidas de este país, como ella misma lo refiere, representa a “los nadies”, los colombianos de a pie, las minorías étnicas, a los pertenecientes a la comunidad LGBITQ+, a las madres adolescentes y cabezas de hogar, a las empleadas domésticas, a las personas que no pudieron acceder fácilmente a la educación, que tuvieron que trabajar desde jóvenes para alcanzar sus sueños, Francia, representa una identidad, y ella demuestra que puede ser cualquier colombiano, podría ser su madre, su abuela, su hermana, su empleada doméstica, la señora que se levanta todos los días a la minería artesanal, el líder social, cualquier ciudadano.
Por otro lado, tenemos a una mujer Afrodescendiente, de madre bonaverense y un padre jubilado, una familia de clase media, que le permitió a su hija mayor cumplir paso a paso cada uno de sus sueños, dentro de lo académico, limitándose a cumplir cada una de sus labores.
Es aquí, dónde nos ponemos a pensar, en la responsabilidad que cada uno tiene para con su país, su desarrollo, su progreso y el significado del primer paso para el verdadero cambio, realmente que es lo que nos conviene y lo que realmente representa la decisión de lograr vivir con dignidad.
Autora:
Karem Ximena Lemos Castillo
De Buenaventura, estudiante de derecho de 6to de semestre de la Unidad Central del Valle del Cauca (Uceva) lideresa juvenil, directora de la Fundación Kultura PacifiK
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