Este año, cuando el Festival llega a su decimosexta versión, todo está listo para que la fiesta de chirimías, currulaos, alabaos y de todos los ritmos cadenciosos del Litoral Pacífico, se despliegue del 15 al 19 de agosto, en la Unidad Deportiva Panamericana de la ciudad de Cali.

 

El Festival vuelve a ser el espacio de encuentro en el que confluyen compositores, músicos e investigadores de una región pujante que contagia a propios y a visitantes de aquellos sonidos y cantos entrelazados de la selva y el mar.

 

Para ofrecerle a la capital vallecaucana y a sus turistas un evento de alta calidad, la Secretaría de Cultura y Turismo Municipal de Cali, ha trabajado en lo que va del 2012 en el fortalecimiento de los procesos que conforman este encuentro de culturas y de regiones, cuyo riguroso proceso de selección de artistas ha pasado por Santander de Quilichao y Guapi, en el Cauca, así como por Tumaco, en Nariño, y por Buenaventura hasta finalizar en Cali, en el Valle del Cauca.

 

Ciudadela Petronio

 

Hasta esas ciudades llegaron decenas de personas, provenientes de los lugares más recónditos y hasta más insospechados de esta zona del occidente colombiano para ser parte del Festival que ha buscado descentralizarse.

 

Así, el Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez es el instrumento o vehículo, por el cual se reconoce a Cali como el epicentro de congregación y reflexión sobre la herencia cultural de la tradición pacífica, con procesos encaminados a la equidad e inclusión, y con acciones que reconocen la diversidad social, cultural y económica.

 

Su misión es la conservación y divulgación de la música tradicional del Litoral Pacífico Colombiano en sus diferentes expresiones autóctonas, constituyéndose en uno de los certámenes más importantes de la cultura afro en el país y en América Latina.