Por: Jesús Glay Mejía N.

 

 

Sobre el debate de los candidatos a la Presidencia de la República considero necesario plantear sus resultados y que faltó.

 

Comienzo por destacar la importancia de la presencia de los candidatos en el Pacífico, es un llamado de atención, los obliga a pronunciarse sobre el territorio y como será su gestión en una región que concentra la pobreza, históricamente abandonada por el Estado centralista y andino. Cualquiera que sean los resultados, el solo hecho de realizarse el debate, ya significa una ganancia para la región.

 

En cuanto al debate: Las preguntas no fueron específicas, lo que condujo a respuestas sin mayor análisis del contexto, sin desconocer intervenciones interesantes. Por tratarse de un diálogo regional era necesario una referencia inicial a lo que significa el desarrollo en un territorio con las particularidades del Pacífico que permitiera contextualizar los problemas estructurales y los factores que han perpetuado esta condición, para el caso de Buenaventura se ha privilegiado el desarrollo portuario, restando importancia al desarrollo con perspectiva territorial, no es posible un puerto exitoso en una ciudad-región frustrada.

 

Los programas de fomento del Distrito de Buenaventura deben comprender el conjunto del territorio, en donde la mayor parte es área rural con grandes necesidades, que, de dejarse por fuera de los programas, continúa expulsando a los habitantes de sus localidades, reproduciendo el ciclo de la pobreza, como ha sucedido.

 

Los debates de los candidatos presidenciales con énfasis regional son una oportunidad que no se puede perder por la falta de análisis, de encuadre social y territorial, terminando en posiciones a la defensiva, disertaciones generales, promesas y retórica.

 

Se notó la ausencia de temas que son el fundamento para el desarrollo integral humano como son: el fortalecimiento de la institucionalidad, la reactivación de la economía regional, el mejoramiento e inclusión del sector rural, la organización ciudadana y construcción de capital humano y social, el manejo del postconflicto, otro tema que pasó desapercibido fue la condición del Distrito Especial de Buenaventura que aún no logra implementarse en detrimento de las ventajas que le brinda.

 

Un debate de estas características es estratégico para la región con tantas necesidades. El desarrollo no se puede sustraer de su encuadre cultural, social y político para ser visto sólo como problema técnico que conduce a propuestas sin contenido social y referentes históricos-contextuales, su ausencia conlleva el peligro de caer en lo mismo: planes, presupuestos y obras que terminan sin impactos y beneficios para la población.

 

El Pacifico, abril 12 de 2018