Nuestro imponente río Cauca esconde en toda su extensión, profundidades y en cada uno de sus meandros, maravillosos tesoros, entre ellos, su ictofauna. De las muchas especies que nadan en él, se encuentra una que poco conocemos: pez el viringo. También conocido como cuchillo, el Sternopygus seguilabiatus llamó la atención de algunos pescadores, especialmente los de Mediacanoa, en Buga, cuando notaron el decrecimiento de su población. De inmediato, hallaron en la CVC un apoyo para evitar el riesgo de su desaparición.

 

"Inicialmente, los pescadores del río Cauca nos hicieron una donación de 30 de estos individuos, más o menos de este tamaño, de los cuales venían 8 hembras y 2 machos. Después de todo el proceso de acondicionamiento y acostumbrarlos al cautiverio y al alimento concentrado, empezamos a hacer la reproducción de esta especie, es decir, los ensayos de reproducción. Mediante el método de apareo simple, juntamos las hembras y los machos en un estanque de tierra acondicionado con ramas, raíces y troncos secos, simulando su hábitat natural, ya que estos animales anidan en ese tipo de superficies y ecosistemas; ahí hacen todo el proceso reproductivo y al cabo de un mes, ya habíamos encontrado alevinos de 2 cm y en dos meses, ya alcanzaban hasta los 6 cm de largo. Ya contamos con reproductores de tamaño adulto", explicó Luis Alfonso Gaviria, técnico operativo de la CVC en su sede en Buga.

 

Lo que resta del año 2021 y todo el año 2022, el plan es aumentar las poblaciones de esta especie en el Instituto de Piscicultura de la Corporación, ubicado en Guadualejo, zona rural de la "Ciudad Señora", como parte de la estrategia "Valle más verde", que no solo busca sembrar 8 millones de árboles, sino también 3 millones de peces. "Finalizando el año 2022 y creemos que para el 2023, estaremos realizando las primeras repoblaciones ícticas con esta especie en el río cauca", complementó Gaviria.

 

El viringo puede alcanzar hasta 130 centímetros de largo, sin embargo, en Guadualejo, la CVC también está reproduciendo alevinos de otras especies nativas como el barbudo, el bagre y el sapo. La idea es luchar contra la extinción generada no solo por la contaminación, sino por la presencia de especies invasoras como el pato cuervo.