“Quiero en primer lugar, agradecer a toda la comunidad de Buenaventura especialmente la zona de la Catedral, y a todos los católicos de la ciudad por el buen comportamiento, por el respeto que hubo, por la asistencia y por la responsabilidad que tuvieron cumpliendo todas las normas de bioseguridad, siempre usaban el tapabocas, siempre procuraron mantener la distancia”, indicó Rubén Darío Monseñor Jaramillo Montoya, obispo de Buenaventura.

 

Explicó que “ante todo buscaron encontrarse con Dios, cuando uno busca Dios no le gusta hacerle daño a nadie y por eso hoy le damos gracias a Dios, porque este año hemos podido hacer el viacrucis con menos gente que de costumbre, pero se lograron hacer todas las actividades y logramos terminar todas las actividades programadas en Semana Santa”.

 

 

Dijo el Obispo de Buenaventura que se debe ayudar a los demás, especialmente a los más necesitados porque “los 12 apóstoles estaban representando a las regiones más olvidadas de Colombia, del país, es un llamado para que el país no solamente se lave las manos, Pilatos se lavó las manos queriendo rechazar el juicio a Jesús”.

 

“Lavamos los pies de estos habitantes de calle para decirles que Dios no los abandona, que no están solos, que estamos con ellos, que son importantes y que los pobres, los habitantes de la calle son importantes; todo el mundo es importante porque para Dios a veces lo más pequeño es lo más grande, y aquí están los pequeños de Dios a los que primero tenemos que atender”, puntualizó Monseñor Jaramillo Montoya.