Por

Jesús Glay Mejía N.

 

La gestión de lo público a partir de una nueva interpretación y valores que orienten la  administración local es compleja y esta llena de tensiones. Hay que comenzar por sentar las bases y principios que guíen al nuevo Gobierno distrital, que marque la diferencia con las administraciones anteriores y que señale el rumbo, fundamentado en unos valores de respeto por lo público, de participación ciudadana de control de la gestión y la rendición real de cuentas, no formal, para lo cual deberá rodearse de un equipo altamente formado y transparente.

 

Esta es la realidad que le corresponde asumir a la nueva administración distrital de Buenaventura, por razones conocidas, ha imperado en el territorio una concepción desvirtuada del ejercicio de la política heredada del frente nacional, como lo señala el historiador Jorge Orlando Melo[1], pues al perder los partidos identidad ideológica, ya los pactos políticos se hacen sobre favores o repuestas inmediatas a necesidades locales que se acuerdan por votos y acentuada con los acontecimientos posteriores del país. Se suma a esta realidad la corrupción, que deberá ser combatida a nivel político con medidas del orden nacional, lo que no impide comenzar por lo local.

 

Sera necesario fortalecer la participación ciudadana[2], el control de la gestión y la rendición de cuentas, esta última hacerla real y efectiva, superar el plano de lo formal,  presentar informes escritos soportados, es fundamental evaluar los programas, identificar la creación real de valor público, determinar su eficiencia y efectividad y los cambios producidos en el mejoramiento del nivel y calidad de vida, solo así se puede hablar de una gestión en beneficio de la población que es el objetivo de la administración pública.

 

Son entonces muchas las posibilidades para mostrar que es posible una nueva gestión de lo público en beneficio de la población, desde luego es un camino difícil más no imposible. Lo primero ser coherentes, partir del ejemplo y de los testimonios de la posibilidad. De trabajar en esta dirección se abran sentado los gérmenes del cambio en el territorio.

 

Habrá que conducir la nave al encuentro con nuevas realidades.

 

Enero 2 de 2020

 

 

 

[1] Melo, J.  (2017) Historia mínima de Colombia. Ed. El colegio de Méjico. Texto que recomiendo a los lectores de mi columna por la claridad sobre la historia del país.

 

[2] Es necesario en Buenaventura crear opinión y debate sobre lo público. Crear comunidad académica  para que participe de los debates.