Por:

 

Jesús Glay Mejía N.

 

El país vive desde hace cuatro años un proceso de negociación con las FARC, la guerrilla con más fuerza en el país y antigüedad en el continente. Con ilusión los colombianos y el mundo entero recibió la noticia del inicio de estas conversaciones, era la primera vez que se llegaba a la mesa de negociaciones con unas reglas y mecanismos de diálogo que de cumplirlas se lograría alcanzar un acuerdo, entre otros factores por la decisión política tanto de las FARC como del gobierno del presidente Santos de cesar esta guerra fratricida e inhumana por las prácticas de ambos bandos en lo que se lleva como una guerra de baja intensidad, que termina por acudir a prácticas violatorias de los derechos humanos.

 

Los diálogos son el inicio del proceso para firmar un acuerdo de paz, sin embargo no son la paz ni la garantizan por sí mismos, es un camino largo que implica ser asumidos por los sujetos sociales, por las organizaciones políticas, sociales, por los aparatos de Estado, por todos. Se inicia con la decisión y voluntad de las personas, es un acto humano de reconocimiento de las condiciones humanas, de aceptar la capacidad de perdonar y de pedir perdón, de reconocer en el otro a la persona. Implica asumir y aceptar unos valores y un comportamiento ético.

 

La paz, se trabaja mediante:

 

- Construcción de la relación: convivencia, reconciliación y respeto de los derechos humanos.

- Promover la ética de valoración y respeto de lo público, estableciendo mecanismos de transparencia y honestidad, este último como valor que rige la gestión de lo público, que se traduce en valor público y bienestar.

- Impulsar una estrategia de combate a la pobreza e inclusión social, a partir de potenciar la productividad del campo, el acceso a la propiedad de la tierra, garantizar la financiación y a la trasferencia de tecnología.

- Habilitar y crear las competencias humanas, políticas y organizativas de las personas, organizaciones y sociedades para el proyecto emancipatorio[1] y el despliegue de sus capacidades como sujeto social histórico.

 

Proceso que se potencia a partir de:

 

Mejorar la calidad y la cobertura de la educación a todos los niveles, estimulando: El conocimiento, la investigación, la innovación y la tecnología, que crean y garantizan la articulación de los sujetos sociales a la sociedad.

 

La negativa, resultado del plebiscito, no puede ser un obstáculo para continuar con el diálogo con los grupos armados FARC e iniciarlo con el ELN, sin duda la voluntad nacional es alcanzar el acuerdo de cese de la guerra, el gobierno, el país y las FARC, no pueden desfallecer ni dar pasos en falso, lo que solo conduciría a darle gusto a quienes no comparten trabajar por el acuerdo, que son pocos, hoy se trata de continuar construyendo la paz: dos procesos se dan en esta tarea: El particular de negociación y el social y humano de construcción de la paz que nos compromete y requiere de todos los colombianos y del apoyo de la comunidad internacional que en buena hora le otorgó al presidente Santos el Nobel de la Paz, entendido como un apoyo a Colombia por el trabajo hasta ahora realizado.

 

Santiago de Cali, Octubre de 2016

 

 

[1] Proyecto emancipatorio hace referencia a la liberación del sujeto de la restricción del poder o de cualquier tipo de subordinación, que puede ir desde la física hasta la intelectual o emocional, en el plano político como sucede con los regímenes autoritarios, intelectual cuando esta se da por la influencia de la sociedad del mercado y la alienación, o del Ser como sucede con la subordinación de la mujer bajo el régimen patriarcal. Su mayor expresión se da en la capacidad del Ser de alcanzar la trascendencia.