Tras varios meses bajo los cuidados de un equipo especializado en atender y rehabilitar la fauna silvestre y luego de recorrer kilómetros por tierra y por mar, 83 individuos de ocho especies silvestres fueron liberados en el extenso territorio del pacífico vallecaucano; sea con sus patas, caparazones o alas, estos animales volvieron a sentir la tierra, el agua, el aire y la libertad que nunca debieron haber perdido.
20 tortugas de pantano de labios blancos (Kinosternon leucostomum), 3 babillas (Caiman crocodilus), 31 tortugas patiamarillas (Rhinoclemmys melanosterna), 11 boas constrictor (Boa constrictor imperator), 12 cangrejos azules (Cardisoma crassum), 3 tortugas sabaleteras (Rhinoclemmys nasuta), una lora petirroja (Amazona autumnalis) y dos perros de monte (Potos flavus), volvieron para encontrarse con sus semejantes y con su hogar: nuestros ríos, selvas y demás territorios profundos llenos de biodiversidad.
Este casi centenar de individuos fueron liberados en zona rural de Buenaventura, zona de distribución natural de estas especies y ecosistema donde podrán refugiarse, conseguir su alimento, reproducirse y cumplir con sus funciones ecológicas en la naturaleza.
"Recordemos que el Valle del Cauca es una de las regiones más biodiversas del planeta y contamos con la fortuna de tener 10.847 especies de fauna y flora, 8 biomas y 35 ecosistemas que van desde cinco complejos de páramo hasta la zona marino-costera en el Pacífico. Por eso escogimos un bosque húmedo tropical apartado de campos poblados en el Pacífico vallecaucano, que cumple con las características ambientales para que cada especie pueda sobrevivir. Según cada caso, los animales liberados estarán entre nuestros bosques, mar, ríos y manglares”, expresó Edward Leonardo Sevilla, director territorial de la CVC en Buenaventura.
Durante el 2021, los ingresos de fauna al CAV de la CVC corresponden a 1.172 distribuidos entre anfibios (17), aves (489), invertebrados (71), mamíferos (364) y reptiles (231). Igualmente, han podido volver a su hábitat natural algunos individuos de estas especies. Muchos de estos ejemplares han sido víctimas del tráfico ilegal, bien sea para tenerlas como mascotas, el consumo humano o con la intención de usarlas como trofeo.
Cada 30 de julio se celebra el Día Nacional de la Vida Silvestre para hacer un llamado a los colombianos a respetar y mantener la continuidad de las especies de flora y fauna en los ecosistemas que habitan, ya que son fundamentales en el sostenimiento de la vida humana y de nuestro planeta. Muchos de los animales liberados prestan servicios ecosistémicos, son especies sombrilla que protegen ecosistemas y contribuyen a los aspectos ecológicos, genéticos, sociales, económicos, científicos, educativos, culturales, recreativos y estéticos del bienestar humano y el desarrollo sostenible, como lo establece las Naciones Unidas.
