El personero de Buenaventura, Álvaro Martán Abonce, se mostró indignado por la forma en que están siendo atendidas las dos Comunidades Indígenas desplazadas del Litoral del San Juan por parte de la Administración Distrital y la Unidad de Víctimas.
Se trata de la comunidad indígena Agua Clara (Rio San Juan/Valle) y de Balsalito (Chocó) que desde el pasado 28 de noviembre llegaron a Buenaventura en busca de ayuda de parte de las autoridades locales. El Censo tomado por la Personería diagnostica que 425 indígenas están habitando las instalaciones del coliseo del Polideportivo El Cristal, en condiciones infrahumanas y sin la atención integral que se debe brindar en estos casos.
“Hay una falta de atención prioritaria de parte de la Alcaldía y de la Unidad de Víctimas en atender de manera integral a esta población víctima y, aquí la cuestión no es si hay o no recursos, son víctimas del conflicto y debe garantizarse la atención humanitaria para no entrar a revictimizar”, dijo el Personero.
Destacó la participación de la comunidad internacional en solidarizarse con estas familias indígenas, tales como, la Cruz Roja Internacional, Médicos Sin Fronteras, la ACNUR y las Naciones Unidad (OCHA), que les han suministrado elementos logísticos para su estadía en el albergue improvisado, pero advirtió que el estado y la Alcaldía no pueden evadir su responsabilidad con las víctimas del conflicto armado.
Igualmente, manifestó que los indígenas desplazados están preocupados “porque el suministro de agua potable es deficiente en el Coliseo, la logística para preparar los alimentos no es eficaz, porque tienen estufas pero les falta el gas, y se sienten inseguros porque al Coliseo ingresan personas a realizar prácticas deportivas sin un control que les permita sentirse seguros”.
El Personero hace un llamado a la Gobernación del Valle por la corresponsabilidad que tiene el departamento con las comunidades indígenas, así como a la Alcaldía Distrital para que convoque de manera urgente al comité de Justicia Transicional.
