Oct 06, 2024

El pacífico colombiano un tema de seguridad regional en la política exterior

 

El pacífico colombiano un tema de seguridad regional en la política exterior

 

En el reciente informe del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (SIMCI) de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) se reporta una reducción del 7 % en el área sembrada con coca en el país, pasando de 154.000 hectáreas (ha) en 2019 a 143.000 ha en 2020. Sin embargo, la capacidad de obtención de cocaína por hectárea se ha incrementado en los últimos años a pesar de la reducción del área sembrada.

 

El Ex Ministro de Hacienda Juan Carlos Echeverry, manifiesta, “El negocio total de la cocaína en Colombia estaría fluctuando entre 8,000 y 12,000 millones de dólares. Eso es similar a lo que vendemos en petróleo y carbón ¡Imagínense el tamaño de esto! Es decir que casi 1 de cada 30 cosas que se producen en Colombia son cocaína”. Continúa diciendo: ¿Cuánto reciben los comercializadores? Según estimaciones, se obtiene entre 7 y 10 mil dólares por kilo puesto en el mar; es decir, serían entre 7 y 10 millones de dólares por tonelada. La producción de Colombia valdría entre 8,000 y 12,000 millones de dólares. Además, se pregunta y responde ¿Por dónde sale la coca de Colombia? 74 % por el Pacífico, 16 % por el Caribe y 8 % por Venezuela.

 

Con este panorama ya empezamos a entender que por el Pacifico colombiano circulan entre aproximadamente 6 Mil y 9 Mil millones de Dólares, a pesos colombianos entre   23 Billones y 35 Billones.

 

¿Qué significa esto? Que es como un 25 % de los PIB, de los Departamentos del Cauca, Valle del Cauca, Nariño y Choco JUNTOS.

 

Así las cosas, las implicaciones Socioeconómicas, Socioculturales y Sociopolíticas de esta “Economía Criminal”, serían las causas principales de los fenómenos que se están evidenciando en la región en la actualidad.

 

¿Qué hacer?:

 

El expresidente César Gaviria, director a nivel mundial de la organización Global Commission on Drug Policy, que reúne a 60 expresidentes del mundo que piden cambios importantes en las políticas contra las drogas, publicó una columna en la que se refiere a la fallida lucha contra las drogas que Estados Unidos ha protagonizado durante 50 años y manifiesta su esperanza frente a posibles cambios en la administración Biden. Según él, con una reforma en sus cuatro años de Gobierno, el presidente demócrata podría cambiar el rumbo para su país y para el resto del hemisferio occidental.

 

También el senador conservador Juan Diego Gómez quien llega a la Presidencia del Senado de la República, se pronunció en torno a la “lucha contra el narcotráfico” diciendo: “Vale la pena dar la discusión, vale la pena priorizar en la agenda cuáles batallas debemos seguir librando como sociedad, y cuáles abandonar, para encontrar una verdadera oportunidad en lo que para otros ya no es un problema”.

 

Así las cosas debemos buscar por el bien de la “Seguridad regional” establecer una política de desarrollo alternativo, con apoyo Internacional, donde la Bioeconomia juegue un papel primordial, para ofrecer oportunidades de desarrollo socioeconómico a las comunidades que se han visto afectadas por esta “Economía Criminal” , promoviendo la erradicación voluntaria de sus cultivos ilícitos, incentivando la generación de proyectos productivos alternativos, fortaleciendo la presencia institucional del Estado y consolidar los mecanismos de construcción conjunta y participativa en las comunidades.  Esperando dar como resultado una construcción comunitaria, participativa y concertada para la transformación integral de los territorios, además crear planes de obras de infraestructura social de ejecución rápida, sostenibilidad y recuperación ambiental, formalizar la propiedad, desarrollo social, servicios públicos y seguridad. Todo esto con nuestros activos patrimoniales de nuestra BIODIVERSIDAD enmarcados en una Economía Circular.

 

Debemos abordar entonces la discusión y tomarlo como una Política de Seguridad Regional la situación del Pacifico colombiano, esto no da espera.

 

Por: Carlos Eduardo Hurtado Vela