El Valle del Cauca es un territorio que cuenta con un total de 81.600 hectáreas de páramos. En nuestro departamento se asientan zonas del Complejo Chilí-Barragán, el Complejo de Las Hermosas, Duende, Farallones y el Complejo Nevado del Huila -Moras, que se juntan a las más de 560 mil hectáreas de áreas protegidas que son destinadas no solo para la preservación, sino también para la restauración, el uso sostenible y uso público. Los páramos son los ecosistemas donde nace el agua y por ello es importante generar las condiciones para preservarlos y blindarlos de acciones que los deterioren.
A través del Acuerdo No. 068 de 2018, la CVC declaró el Distrito Regional de Manejo Integrado Páramos Las Domínguez, Pan de Azúcar y Valle Bonito, que es un “espacio geográfico en el que los paisajes y ecosistemas mantienen su composición y función, aunque su estructura haya sido modificada y cuyos valores naturales y culturales asociados se ponen al alcance de población humana para destinarlos a su uso sostenible, preservación, restauración, conocimiento y disfrute” (Decreto 1076 de 2015). Esta acción de la Corporación sería ineficaz sin el concurso de otras instituciones estatales y la participación comunitaria, por lo cual su director general, Rubén Darío Materón, convocó el 22 de enero de 2019 a las autoridades de municipios como Buga, El Cerrito, Tuluá y Ginebra, además de miembros de las Fuerzas Militares, a un espacio de coordinación de acciones en el marco del panorama que se abre.
El nuevo Distrito se ubica en los municipios de El Cerrito y Buga, en las cuencas de los ríos Amaime y Tuluá, abarcando un área de 15.816,5 hectáreas divididas en dos polígonos. Según el Director General de la CVC, la declaratoria y socialización a los actores estatales que están involucrados o cooperan para el esperado éxito del plan de manejo permiten “establecer unos puntos de control apoyados por las administraciones municipales, la comunidad y las fuerzas vivas para capacitar y enseñar a la gente que tenemos que cuidar. Se puede visitar y realizar actividades turísticas, pero con el compromiso de cuidar y no realizar ninguna afectación que puede ir en contra de lo que queremos, que es preservar y conservar. Recordemos que tenemos el 3 % de los páramos del país y Colombia tiene el 50 % de los páramos de todo el mundo”.
Desde hace algunos años, la Corporación ha venido trabajando mediante alianzas estratégicas con el Ejército Nacional y la Fuerza Aérea Colombiana para la realización de tareas contra el tráfico de fauna, el transporte de especies rehabilitadas hacia sus zonas de origen para su liberación y la recuperación de áreas protegidas mediante siembra, específicamente, la de frailejones en páramos –como la última realizada en el de Barragán-Santa Lucía (Tuluá)—, donde próximamente se inaugurará un vivero. “El Ejército Nacional, como héroes multimisión y ahora en el Plan Bicentenario “Héroes de la libertad”, ha estado enfocado en un gran porcentaje de su esfuerzo en la recuperación y conservación de este tipo de trabajos complementarios. Aplaudimos que se haya hecho esta declaratoria y por eso la participación del Ejército Nacional, de los soldados de la Tercera Brigada, el Batallón Palacé y de los batallones de alta montaña No. 3 y No. 10 que son los que tienen la jurisdicción de conservar nuestros páramos”, expresó el coronel Marco Antonio Castillo, jefe del Estado Mayor de la Tercera Brigada del Ejército.
La Fuerza Aérea y su Comando Aéreo de Combate (Cacom) No. 7 también hizo presencia en el espacio para reafirmar su compromiso con el medio ambiente: “Hemos generado un convenio con la CVC para el control de los páramos. En este distrito nos compete Pan de Azúcar y allá tenemos un puesto descentralizado en el que también damos un manejo ambiental con nuestros soldados, cuidando el medio ambiente y una laguna que podemos decir, tiene el agua más pura que hay en el Valle del Cauca. Generamos una conciencia en nuestros soldados y nuestros hombres”, aseveró el coronel Juan Jaime Martínez, comandante del Cacom No. 7 con sede en Cali.
La riqueza del Distrito declarado
Esta nueva área cuenta con un registro de 129 especies de aves (16% de las existentes en el departamento), de las cuales 32 están bajo la categoría de amenazadas. En cuanto anfibios, el distrito acoge a 24 especies, todas también bajo algún grado de amenaza, que conviven con 43 especies de mamíferos (7 voladores y 9 de grandes mamíferos con categoría de amenaza). En cuanto a flora, se cuenta con el registro de 195 especies, de las cuales 16 presentan alguna categoría de amenaza.
Los demás objetos de conservación comprenden la regulación del suelo y regulación hídrica, la cobertura de bosques andinos, de frailejones y la cultura campesina. En este distrito podemos encontrar la palma de cera, el cultivo de cebolla y se encuentra un sendero de una Reserva Natural de la Sociedad Civil denominada Verde Esperanza.
