Al lado derecho se observa el estado del puente El Piñal. Foto archivo.
A mediados de noviembre se conocerá la firma que construirá el puente El Piñal, en la calzada que el 11 de noviembre del año 2000 fue destruida por una carga de dinamita colocada por la guerrilla.
Luego de un proceso complejo y de dificultades con el tema del puente El Piñal, el 18 de noviembre se adjudica la obra pública para su construcción y la interventoría se adjudicará el 26 de noviembre de 2013 y su construcción tiene una duración aproximada de 8.5 meses, explicó el viceministro de Infraestructura del Ministerio de Transportes, Carlo Alberto García, durante el Foro de la Revista Semana.
La nueva estructura corresponde a un puente apoyado sobre pilotes pre-excavados, compuesto de 14 luces iguales de 13.80 m para una longitud total de 193 m y un ancho de tablero de 12.50 m incluyendo una zona peatonal y dos carriles de circulación.
La construcción del nuevo puente mejorará la movilidad del tránsito por este sector de Buenaventura Distrito Especial.
Carlo Alberto García, viceministro de Infraestructura del Ministerio de Transportes
La historia de un largo proceso
A mediados del 2008 se presentaron las conclusiones de un estudio de especialistas en estructuras, contratados por el Instituto Nacional de Vías, quienes señalan que hace años cumplió su vida útil el puente que fue construido en 1920.
Los expertos reconocieron sin embargo, que el pilotaje está en buenas condiciones, pero los soportes de la carpeta de rodadura están recostados contra el puente de en medio lo que indica que está a punto de colapsar. Esta conclusión del Ministerio de Transportes llevó al Gobierno Nacional a diseñar un nuevo puente para darle movilidad a los tres carriles.
A finales del año 2008 Invías contrató al consorcio colombo peruano, CFC-116, para construir un nuevo puente para lo cual destinó más de 8.000 millones de pesos.
Se presentaron al público los diseños del nuevo puente que reflejaba un gran atractivo estructural atirantado, casi similar en proporción al estilo del puente de Dosquebradas, Risaralda.
Foto archivo.
Casi un año estuvieron los constructores tratando de demoler el viejo puente que se negaba a desaparecer, al final no pudieron, la plata al parecer se agotó y la obra fue abandonada, quedando en los estrados judiciales por más de tres años, donde apenas el año pasado se logró desentrabar el lío jurídico, lo que le permitió a Invías buscar los recursos para una nueva obra a finales del año 2012.
Ya en el año 2013 se asignó un presupuesto de 10.900 millones para obra e interventoría, mediante vigencias futuras aprobadas por Planeación Nacional y el Invías.
