Quedó definitivamente sembrado en el país el legado del Dr. Nicanor Restrepo Santamaría, un prohombre ejemplar, y sus enseñanzas sin duda dan frutos ya. Lo vivido hoy en la XIII Asamblea Anual de la Fundación Empresarios por la Educación, que él fundó hace ya 13 años para, desde la corresponsabilidad del sector privado unido en pro de la educación, comprometerse con el mejoramiento de su calidad, es muestra de ello. La Asamblea abrió con un sentido homenaje al Dr Nicanor Restrepo y luego, cada uno de los espacios académicos que tuvieron lugar fueron ricos en perspectivas, aportes, reflexiones y aprendizajes sobre distintos temas del sector.
Muchos temas pasaron por la mesa a lo largo de la nutrida jornada en la que participaron en los distintos paneles la Ministra de Educación Gina Parody; invitados internacionales latinoamericanos expertos en temas de liderazgo escolar, evaluación docente y escolar, ambientes de aprendizaje y calidad educativa en general; un amplio grupo de dirigentes del sector empresarial comprometidos con la educación; secretarios de educación de diversos rincones representativos de la diversidad nacional; representantes de fundaciones, investigadores académicos y rectores, entre otros.
Axel Rivas de Argentina, Mariano Rosenzveig de Chile y Darwin Caraballo de República Dominicana conversaron con el grupo de panelistas invitados y fueron muchas las reflexiones y retos que quedaron sobre la mesa sobre temas como la necesidad de trabajar conjuntamente en alianzas público-privadas en pro de la transformación del sector para la innovación, la evaluación para transformar, la dignificación de los docentes, apuestas curriculares que desde la autonomía cuenten con elementos para impactar en los aprendizajes de los estudiantes, apuestas para una mejor y real educación para la primera infancia, entre otros.
La jornada, que en la mañana abrió con la invitación de la Ministra al sector empresarial y a la sociedad civil a seguir trabajando juntos para lograr, efectivamente, ser cada día un país más y mejor educado, cerró con una presentación de rap por parte de un grupo de representantes de la Familia Ayara, colectivo de jóvenes que, mediante su atrevido y descomplicado pero reflexivo lenguaje musical, recogieron en su mejor estilo improvisado o “free style” la nuez de las discusiones del día.
