Acuarelista Ana Morales Moreno.
Tenía 36 años cuando se pintó por primera vez el mural en el año 1990, hoy tiene 58 y demuestra ser una mujer de pinceles y pinturas tomar para desafiar el viento y las alturas en la obra que refleja la historia de Buenaventura.
La Maestra Morales Moreno, nos permitió esta entrevista momentos antes de dirigirse hacia los malacates para empezar una nueva jornada de trabajo en la restauración del mural.
Soydebuenaventura.com: ¿Qué siente trabajar en las alturas?
Ana Morales Moreno: Hace 22 años el maestro César Alberto Sarria me invitó a participar en la elaboración y realización de la pintura mural Buenaventura 450 años al Cosmos, ya desde ese tiempo me di cuenta que podía hacerlo y que las alturas es como un mito o miedo que se le tiene.
En el año 90 cuando se pintó el mural contaba con 36 años y al principio sentí un poco de temor que era normal y después fue como Pedro por su casa, subía y bajaba los malacates sin problema y en ese tiempo no tenía los equipos de protección que tenemos ahora.
Las cosas eran diferentes en ese tiempo, pero teníamos el gran estímulo de seguridad del maestro Sarria que era un hombre con una mente muy firme y de espíritu recio, que generaba mucha fe en las personas y siempre me guié por esa forma de ver la vida y esa fuerza que él nos daba, por eso no tuve ningún problema hace 22 años.
Ese recuerdo más la experiencia, serenidad y madurez de ahora, sumado a la seguridad que dan los equipos y herramientas de hoy, son el sostén para poder estar a esos 35 metros hasta donde hemos podido llegar a restaurar el mural.
En la altura nos toca luchar contra el viento, pues nos mueve llos pinceles
Soydebuenaventura.com: ¿Cuántos años tiene ahora y sobre todo, ¿pesan esos años en las alturas?
Ana Morales Moreno: Tengo 58 años y cuando lo pintamos contaba con 36, por lo que me sentía que estaba en la flor de la juventud y aunque ahora pesan por el desgaste físico, que es muy natural y a esta edad han pasado muchas cosas por el cuerpo, una gripa afecta, que una cosa y la otra, pero hay una fuerza espiritual y mental tan grande, que todo eso se supera.
Yo puedo sentir un dolor de cabeza en las alturas, pero como estoy concentrada pintando, cuando menos es pensado se acabó el dolor, no lo tengo y todo continúa. Tuve que descansar un día muy a mi pesar por una afección gripal, cuando volví a subir la gripa se me olvidó y entonces sucede algo mágico que no sabría explicar, pero es como una fuerza interior que hace que suba, baje, pinte y realice.
Soydebuenaventura.com: ¿Podemos decir que cuando se quiere lo que se hace, las dificultades se olvidan?
Ana Morales Moreno: Por completo, no voy a negar que se sienten temores, hubo in incidente cuando estábamos a 35 metros porque técnicamente las guayas que sostienen los malacates están muy ajustadas a la pared y eso hizo que estos no subieran por la fricción con el mural, hasta allí pudimos llegar, ahora mientras se soluciona todo estamos pintando hacia abajo.
Cuando el espíritu o el ser quieren lograr algo y sabe que es bueno, lo hace así las dificultades estén y sean un hecho, todo se sobrepasa.
Soydebuenaventura.com: ¿A qué edad entró a formar parte de la escuela Nirvana que fundó el maestro Sarria?
Ana Morales Moreno: Realmente yo los conocí a los 22 años y llegue a Buenaventura, más concretamente a San Cipriano de la mano del quien hoy también forma parte del equipo Mauricio Calle Ángel. Con él nos conocimos en Bogotá en un evento espiritual donde me comentó de un movimiento muy lindo en las selvas del pacífico y aquí estoy.
La vida hace lo que tiene que hacer y he aprendido a dejarme llevar, porque sin pensarlo me vi en la selva ante los maestros César Alberto Sarria y Bernardo López y hasta me apoyaron para comprarme un terreno, que quedaba justo al frente de donde en ese tiempo funcionaba la Escuela Nirvana, lugar en el que también vivían.
Pasaron unos años antes de entrar a formar parte de Nirvana, pero más o menos hacia el año 1983 tomé la decisión de vivir en la naturaleza con ellos, en el que había un movimiento espiritual y donde se practicaba el Yoga.
Con el tiempo me di cuenta que como era una artista y no lo había realizado, en la pintura iba a manifestar ese anhelo por el arte, fue así como les pedí ese conocimiento y comencé a formar parte de los Acuarelistas de San Cipriano.
Soydebuenaventura.com: ¿Siente el respaldo como única mujer en este trabajo de restauración o lo hace a la par con los demás maestros?
Ana Morales Moreno: Bueno es que como mi carácter es bastante fuerte y no puede ser de otra manera cuando se trabaja con 6 hombres; eso me ayuda y tengo certeza en la vida pues se lo que quiero, tengo conciencia de cómo son las cosas, de que se trata lo que estoy haciendo; entonces siento el respaldo de los maestros porque con el Yoga he desarrollado una parte humana que me permite interrelacionarme muy bien con ellos aunque su mundo sea muy diferente al mío, a veces eso me da duro, yo los comprendo y me quedo en silencio.
En términos generales somos fraternos y eso hace que las cosas funcionen a las mil maravillas.
Soydebuenaventura.com: ¿Ha tenido algún inconveniente o malentendido por el trabajo realizado en la restauración del mural?
Ana Morales Moreno: No le decimos inconvenientes si no observaciones, pues la consigna que tenemos es ser fieles a la obra que el maestro Sarria dejó, aunque tenemos su escuela, cada quien tiene una forma de pintar; pero como Bernardo López siempre está pendiente, entonces nos llama la atención en cuanto a mezclas de colores para que todo quede tal cual.
Hay una armonía, sinergia en el grupo y eso se debe a que tenemos una formación espiritual, a la práctica del Yoga, la meditación, realización y autoconocimiento que hacen que cualquier dificultad técnica o pictórica sea subsanada mediante la ayuda y el consenso de todos.
Ya sea por la gracia de la vida, del maestro Sarria o de ese Dios maravilloso, se unieron las personas que eran para este trabajo y estamos tan bien sincronizados que cada quien sabe lo que tiene que hacer y sin meterse en el campo del otro, solo se llama la atención cuando es necesario sin que pase a mayores dificultades, porque es un grupo muy homogéneo y de mucha confraternidad.
El turno en la plataforma para ingresar a los malacates
Soydebuenaventura.com: ¿A qué horas inicia la jornada de trabajo para la restauración del mural?
Ana Morales Moreno: A las cinco de la mañana ya todos estamos despiertos y cada quien se mete en una hora de meditación. Aunque no lo digamos es así; ya a las seis nos levantamos para hacer un café no sin antes darnos los buenos días para luego bañarnos y esto lo hacemos siempre dialogando y planificando lo que se va a realizar durante el día.
Pablo Valderrama es quien pone la nota jocosa en todo, a la 7:30 a.m. salimos hacia el centro donde desayunamos para luego iniciar el trabajo de ponernos la indumentaria y equipos en el sitio acondicionado como camerino y taller, donde se guardan las pinturas para la restauración del mural, siempre en un ambiente cordial.
Luego ya todos con los arnés puestos, nos dirigimos a la plataforma que da acceso a los malacates y ahora si estamos iniciando una nueva jornada de ocho o nueve horas de trabajo en los que solo se descansa pasado el mediodía, tomamos un refrigerio y solo cuando nos bajamos entre las 4 o 5 de la tarde, almorzamos.
Estando ya en los malacates, se hace una oración y el maestro Bernardo López da la orden de partida ya sea para arriba o para abajo.
Soydebuenaventura.com: ¿El maestro Sarria decía que preparaba el mejor café del mundo, alguien heredó ese talento?
Ana Morales Moreno: Como yo he sido tan rebelde que hasta el maestro Sarria decía que quien me hizo así, pero yo decía que también sé acatar o escuchar y entonces él me enseñó la fórmula para prepararlo y así lo vengo haciendo.
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