Luego de realizarse el informe de gestión de la Administración Distrital en los primeros 6 meses del año 2020, el panorama financiero deja muchas preocupaciones por cuenta del no muy adecuado manejo del erario por parte de quienes rigieron los destinos de la ciudad en años anteriores.
Y es que el informe de Manuel Vallecilla Granados, director Financiero de la Alcaldía Distrital de Buenaventura así lo refleja, pues al 31 de diciembre de 2019 se tiene un déficit que sobrepasa los 569 mil millones de pesos, a lo que se le debe sumar cerca de 337 mil millones de pesos en pasivos contingentes, lo que da un total de obligaciones de 907 mil millones de pesos, sin duda alguna es un difícil panorama para las finanzas del ente territorial.
Manuel Vallecilla, dijo que “es un acto de responsabilidad darle a conocer a la ciudadanía, la situación financiera del Distrito de Buenaventura. Cómo encontramos y para dónde vamos, cuál es la situación y qué es lo que estamos intentando realizar para recuperar la viabilidad financiera”.
A continuación, presentamos gran parte de los expuesto por el Director Financiero de la Administración Distrital:
Buenaventura es una ciudad atípica que en el 2010 oficialmente terminó un plan de saneamiento, y hoy 10 años después estamos como si hubiésemos retrocedido 20 años cuando empezamos el proceso de Ley 550 por primera vez.
El proyecto de Ley 550 tiene una característica y es que si bien fue exitoso, también fue una experiencia de aprendizaje perdida. Nosotros hemos repetido los mismos errores que nos llevaron a la Ley 550 en 1998. Hoy estamos pagando una consecuencia de no haber entendido la Ley 550, no solamente como un propósito de pagar deudas, sino de fortalecer organizacionalmente y financieramente el Distrito de Buenaventura.
Los ingresos tributarios igualmente presentan un crecimiento importante. Se triplicaron, sin embargo tienen varias características que muestran que no hicimos lo que teníamos que hacer.
En algunos años se hacen adiciones presupuestales a los ingresos tributarios de miles de millones de pesos, pero esas adiciones no tienen ningún soporte. Entonces se adicionan ingresos tributarios y suponemos que vamos a recibir miles de millones de pesos extraordinariamente en un año, pero resulta que los ingresos tributarios no se comportan en la realidad de esa manera ¿y eso a que lleva? Que los gastos si se comportan como si hubiésemos recibido esos ingresos y empezamos a tener lo que se llama el rezago presupuestal y los déficits.
Las adicciones surgen de la nada porque no ha pasado ningún hecho extraordinario para incrementar esos recaudos de esa manera y por lo tanto vemos que estamos inflando y sobredimensionando los ingresos.
El recaudo promedio de los ingresos tributarios del 2008 al 2019 fue del 74 % y en algunos años el promedio fue realmente crítico. En los años que incrementamos o hacemos adiciones presupuestales, el recaudo ha sido mínimo, ha sido muy irregular a lo largo de estos 12 años.
Los gastos totales tienen una ejecución del 87 %. En los últimos tres años, lo que se compromete del presupuesto supera a los recaudos. En ciertos años los compromisos de funcionamiento se acercaron mucho a los recaudos tributarios y eso significa que si usted usa toda la plata de los ingresos tributarios para gastos de funcionamiento, usted no va a tener para inversión, usted no va a tener para pagar los compromisos de deuda, usted no va a tener para cumplir con las conciliaciones y menos va a tener para cumplir o amortizar el déficit.
Como resumen se puede decir que el recaudo de los ingresos tributarios fue en promedio del 2008 al 2019, del 74 % y la ejecución de los gastos de funcionamiento fue del 90 %. Entonces es un rezago, porque los gastos de funcionamiento fundamentalmente se pagan con ingresos tributarios y si usted por un lado recauda el 70 % y por otro lado gasta el 90 % pues a lo largo de los años usted va a acumular un déficit que crece día a día.
La consecuencia de lo que estamos viendo es un déficit a 31 de diciembre del 2019. Se divide el tema del déficit en varios componentes. El primero una reserva de caja y eso es lo que se hizo en la vigencia anterior que quedó sin plata, había unos compromisos, pero no había con que pagar eso y la reserva de caja y la reserva presupuestal suma cuarenta mil millones de pesos y es coincidencia que eso corresponde más o menos a lo que dejó de pagar Invías.
Segundo, las cuentas y déficit de vigencias anteriores, tenemos más o menos ciento treinta y siete mil millones de pesos. Tenemos otras obligaciones, por ejemplo cobro de sobretasa ambiental por parte de la CVC, lo que le debemos a la DIAN, nos asedian los cobros por contrapartes pensionales y ahí calculamos unos cuarenta mil millones de pesos que cumplir.
Tenemos 218.000 millones que debemos por cuentas de vigencias anteriores. Tenemos 351.000 millones de pesos por demandas perdidas. Tenemos 1 billón de pesos en procesos judiciales y teniendo la confianza en nuestro equipo jurídico, hemos calculado que vamos a salir airosos del 70 % de esas demandas, lo que quiere decir que vamos a tener un pasivo contingente del 30 % de un billón ciento veintiséis mil millones de pesos.
Si se suma todo eso estamos hablando que se tiene un déficit superior a 569.000 millones de pesos. Pero Igualmente podemos calcular un pasivo contingente de 337.000 millones de pesos. Con lo anterior tendríamos unas obligaciones a 31 de diciembre del 2019 de 907.000 mil millones de pesos en relación al pasivo contingente.
Como déficit calculado al 31 de diciembre se supera el medio billón de pesos, lo cual es un escenario muy negativo para el Distrito de Buenaventura.
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