Sep 11, 2024

Adonai cuéntame algo de tu vida

  • Mar 03, 2015
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Adonai cuéntame algo de tu vida

En octubre 16 de 2006, el semanario El Puerto publicó una entrevista que le hiciera a Adonai cárdenas Castillo (Q.E.P.D), luego de recibir el premio nacional de periodismo Simón Bolívar. Hoy replicamos esa importante entrevista.

 

Entre vivencias y simpáticas anécdotas se realizó la presente entrevista al periodista Adonai Cárdenas Castillo, quien el 3 de octubre, recibió el Premio Simón Bolívar por el trabajo informativo al cubrir durante varios días, sobre la avalancha que se presentó en la carretera Cabal Pombo el 12 de abril de 2006, la cual enlutó a la comunidad de Buenaventura.

 

Conocimos de él sus anhelos personales y profesionales que compartimos con nuestros lectores.

Es equitativo que la comunidad conozca algo más de ese poeta inédito, periodista inclinado a la comunicación escrita cuya voz nos informa diariamente por el noticiero de Radio Buenaventura.

 

Oriundo de Tuluá, tuvo una niñez muy viajera, pues la familia era muy andariega, vivió en Armenia luego pasó a La Tebaida, donde cursó sus primeros años de colegio. Sus estudios secundarios los realizó en el Gimnasio del Pacifico en Tuluá, la otra ciudad de sus amores.

 

El nombre de Adonai se lo debe a un sacerdote de Cartago que lo bautizó.

 

Le molesta la falta de lealtad y la mentira de las personas. Su jornada empieza a las 4:30 de la mañana cuando se levanta para iniciar labores a las 6:00 con la lectura de noticias ya que es la voz que identifica a Radio Buenaventura.

 

Proviene de una familia integrada por 8 hermanos, una mujer y siete hombres. Sus padres fueron Don Luis Enrique Cárdenas y doña Adelaida Castillo (ya fallecidos).

 

Este hombre de 54 años se dedicó por completo al periodismo, mientras que sus otros hermanos se han destinado al sector agrícola en el norte del departamento. Profesionalmente aprendió la técnica de histopatología con su hermano mayor y en eso trabajó un tiempo en el hospital de Buenaventura.

 

Por esa época también se dio la oportunidad de hacer radio y por ahí empezó en las emisoras Villa de Céspedes y Radio Espacial, en Tuluá. En 1972 comenzó a hacer una revista que se llamó Segunda Marcha con un grupo de amigos y ahí resultaron los primeros apuntes que darían paso al periodismo escrito que hoy le brinda el reconocimiento de sus colegas. “Me formé con mis compañeros haciendo tertulias entre ellos Omar Ortiz, el poeta Wilson Rodríguez y de esa forma nos fuimos enrolando con eso, publicando la revista Segunda Marcha en mimeógrafo”.

 

¿Cuándo y cómo llegó a Buenaventura?

 

Había trabajado con Carlos Astorquiza en Todelar Cali y después de un recorrido por ciudades como Armenia, Cali, Calarcá, Palmira, y luego por Zipaquirá me tocó regresar a Cali con ganas de seguir para el Ecuador a buscar un nuevo horizonte en la radio pues por acá no me había ido bien.

 

Me fui a visitar a unos amigos a Radio Centro Todelar de La Campiña, entonces me encontré con la razón de que Astorquiza quería que me viniera para Buenaventura, entonces lo contacté y en esa misma tarde del 14 de abril de 1979 nos vinimos en un bus que venía al Puerto.

 

Y desde esa fecha comencé a trabajar en Radio Buenaventura como lector de noticias y luego comencé a colaborarle a Astorquiza en el noticiero. Después empecé a aparecer en los periódicos locales. Se presentó la oportunidad y me inicie como corresponsal de los periódicos entre ellos El Pueblo, lo que me abrió la ruta en el periodismo escrito.

 

Vinculándome al diario El País en 1983, aunque en esa época era por contrato, donde había que pasar las cuentas de cobro, no era algo estable pues me retiraba y regresaba. Desde el 2000 no me he vuelto a retirar. Compartí mucho con Silvio Sierra, editor de las páginas quien ya está jubilado.

 

Luego surge lo de Pacifico al Día, que fue una maravillosa experiencia de 5 años. Actualmente estoy en el País, y en Q’ hubo.

 

Padre de seis hijos, producto de dos matrimonios. Enamorado de su esposa a la cual admira mucho y de sus hijos, con los cuales le gusta compartir mucho tiempo, hombre hogareño y bohemio, añora la Buenaventura de ayer, la ciudad poética, de la que se enamoró y por la que se quedo aquí, “porque realmente era una ciudad encantadora, la misma gente, el clima, la noche, la bohemia, todo eso era atractivo. Habían muchas personas, importantes poetas, abogados, con los cuales se compartían tardes agradables”.

 

Adonai confiesa que le hace feliz ver alegre a la gente y dentro de la intimidad de su hogar le hace feliz el reencontrarse cada tarde con sus hijos, “es una alegría que no la cambio por nada, por eso a veces dejo de ir a muchos eventos”.

 

Entre sus amigos recuerda a Alberto Chavarro, quien partió en dos la historia del partido comunista en esta ciudad, pues era un partido muy seco y llegó él y le puso mucha vida. A Fabio Arias “Farias” un gran poeta, a Medardo Arias, Alfredo Vanin, el abogado Polanco, era un orgullo ser amigo de ellos, compartíamos las tertulias en el Club del Pacífico, era una Buenaventura interesante.

 

¿Una noche inolvidable?

 

En un sitio conocido como Los Guaduales, con Alfredo Vanin, Fabio Arias, Alberto Chavarro, fue una noche de mucha poesía, fue una noche interesante. Otra noche fue en La Portuguesa con Fabio Arias el día que se ganó un premio de poesía donde le entregaron más de 6 millones de pesos para la época y esa misma noche nos la bebimos toda.

 

Le encanta escribir poesía y cuentos, pero confiesa que el trabajo lo absorbe y mentalmente se va alejando para producir poesía, sin embargo actualmente escribe algo de poesía, pero clandestinamente para satisfacer su Yo bohemio.

 

Considera que el verdadero valor del ser humano está en la sinceridad y en la honestidad.

 

¿La época con Muñoz Perea?

 

Fue una época muy interesante, aunque no compartía sus ideas, fue un hombre muy positivo, valioso, inteligente, que nos enseñaba una férrea disciplina de trabajo, eso fue muy importante. Es un líder que le hace mucha falta a Buenaventura hoy.

 

¿Satisfecho con el trabajo que realiza hoy?

 

No, realmente, porque uno quisiera escribir más la realidad de la ciudad, pero los medios nacionales muy poco recogen esa realidad y vivencia diaria. En la ciudad necesitamos más medios y reencontrarnos más con nuestra realidad.

 

¿Cómo nace el abejorro?

 

Nace en esa época de Carlos Astorquiza, a ese hombre que Buenaventura le debe mucho en el periodismo radial, comenzamos y hoy tratamos de mantenerlo a pesar de las presiones e intimidaciones, pero ahí seguimos.

 

¿Qué se necesita para que Adonai baile?

 

Se necesita de muchas cosas, porque esa es una de mis mayores dificultades. Se caracteriza por no asistir a los cócteles de la ciudad. Piensa que hay mucha banalidad que le quieren colocar al mundo periodístico.

 

Además ya ha vivido tanto esos cócteles, que ya no le llaman mucho la atención.

 

¿Lo más caro que ha comprado?

 

Una grabadora periodística.

 

¿Cómo define a Mauricio Castaño?

 

De Mauricio Castaño, como amigo, persona y compañero de trabajo, piensa que fue un hombre muy meticuloso, perfeccionista para escribir, de gran admiración por su buen trabajo informativo.

 

Reconoce que le entristece envejecer, por el hecho de no ver a sus hijos crecer.

Entrevista a Adonai

 

¿Qué prefiere, la radio o la prensa escrita?

 

Definitivamente la prensa escrita, hay más tiempo para pensar y analizar, la radio es muy rápida y vertiginosa, muy inmediata.

 

Categóricamente dice que no aceptaría la jefatura de prensa de la Alcaldía, pues piensa que le quitaría independencia para realizar su trabajo como periodista.

 

¿Cómo ve a los periodistas de Buenaventura?

 

La gran mayoría está mal por las condiciones laborales que se ofrecen, eso hoy incide en la objetividad, en el profesionalismo y sería injusto calificarlos porque no hay una base objetiva para hacerlo.

 

Su gran travesura, fue en la época de la militancia de la izquierda el colocar pancartas en las calles y la huida que esto implicaba de la Policía.

 

De Renato Batalla, manifiesta que la primera emoción que sintió como locutor, fue cuando lo escuchó y afortunadamente lo pudo conocer aquí en Buenaventura, piensa que fue un gran hombre.

 

De las embarradas de periodista que recuerda fue cuando publicó una noticia de la muerte Dimas Lara, conocido dirigente de El Charco, militante en el partido Liberal, quien muy furioso vino a hacerle reclamo y a lo cual tuvo que corregir la noticia.

 

Su opinión de los alcaldes elegidos mediante voto popular:

 

Saulo Quiñones, es un buen hombre, pero mejor médico que alcalde, en este espacio no le ha ido bien.

 

Jaime Mosquera, un buen alcalde desafortunadamente en los últimos meses de su mandato borró con el codo lo que había hecho.

 

Freddy Fernando Salas, un buen hombre, buen amigo, con mucha voluntad de hacer las cosas bien, pero se vio muy enredado.

 

José Félix Ocoró, confió mucho en sus amigos y terminó en la cárcel.

 

Bernardino Quiñones, un gran señor, ojalá volviera a colocar su nombre como candidato.

 

Roberto Carabalí, el gran líder que defraudó al pueblo, la gente tenía todas las esperanzas en él.

 

Con respecto a la honrosa condecoración que le hicieron por su labor como periodista manifiesta que sintió una gran emoción cuando le entregaron el premio Simón Bolívar, “pues uno piensa que como periodista de la región no va a llegar a esos extremos”. Aunque le da algo de miedo porque eso crea muchos compromisos para seguir ejerciendo esta apasionante profesión. Al igual que es una muestra de que aquí en la provincia hay un trabajo serio y que se puede aspirar a grandes cosas.

 

Sostiene que la relocalización de empresas por parte de la industria colombiana sería una de las salidas a la crisis social que vive la ciudad actualmente.

 

Su temor es evidente cuando se trata de las culebras. Y sus mayores deseos son ver crecer y profesionalizarse a sus hijos, vivir hasta los 90 años y que la Paz regrese a Buenaventura.

 

Entre sus deseos está el de poder publicar un libro de poemas de la época de bohemia.

 

Y cuando tenga modo, poder comprar un computador portátil que hoy es una gran ayuda.

 

El mejor regalo que ha recibido fue un bolígrafo que le obsequió un compañero de primaria.

 

Lo que más dolor le ha causado fue el periodo de separación de su primera esposa.

 

Y si le teme a la muerte, y ya no.

Adonai cuéntame algo de tu vidaAdonai cuéntame algo de tu vidaAdonai cuéntame algo de tu vidaAdonai cuéntame algo de tu vidaAdonai cuéntame algo de tu vida