Por Jesús Glay Mejía N.

Ex director de la Sede Pacifico de la Universidad del Valle

Junio de 1999 a Enero de 2010

 

En octubre de 1986, abrió sus puertas en el Pacífico la Universidad del Valle al establecer la Sede Pacífico, constituyéndose en la primera universidad con presencia y permanencia en la región con un proyecto educativo que supera la sola extensión de programas académicos. Ya la Universidad desde su creación tenía presencia con la investigación en áreas como biología, salud y las ciencias sociales; al asentarse en Buenaventura se consolida como un proyecto académico con carácter y sentido regional.

 

Jesús Glay Mejía Naranjo

 

El modelo planteado por las directivas contemplaba la participación del gobierno local, el sector empresarial y los padres de familia, se esperaba de los participantes su contribución para la financiación de la Sede, modelo que funcionó en sus inicios, para luego agotarse por la crisis del municipio, la débil repuesta del sector empresarial que aparte de la Fundación de la Sociedad Portuaria, que en un comienzo se vinculó apoyando la financiación, los padres de familia mediante el esfuerzo que debían hacer al pagar el denominado derecho a Sede que a diferencia de la Central debían pagar los estudiantes de las Sedes, en un principio manejado directamente por la Fundación Universidad del Valle Sede Pacífico, hasta 1998 cuando comenzó a ser captado por la Universidad y transferido a las Fundación mediante contrato administrativo para apoyar el funcionamiento.

 

Este derecho a Sede es suprimido en el 2005, quedando el valor de la matrícula con la misma tabla de la sede central, paulatinamente la universidad comienza a hacerse cargo de la financiación de Regionalización para lo cual le ha correspondido realizar ingentes esfuerzos, sin lograr aun asumir el funcionamiento de la Sede en iguales condiciones a la Sede central, este es uno de los desafíos de la Universidad para así garantizar el desarrollo académico de la Sede que se ve limitado por la vinculación por contratos temporales de los docentes y mejores condiciones laborales para los empleados, igualmente son muchas las carencias y necesidades que faltan por suplir y colocar a la Sede a la altura de una universidad de calidad.

 

La presencia de la Universidad del Valle en el Pacífico ha sido positiva, hoy cuenta con alrededor de 13 programas académicos, un importante rol en la ciudad mediante los programas de proyección social y los esfuerzos por avanzar en consolidar las prácticas investigativas, y un representativo grupo de egresados de diferentes disciplinas y tecnologías, sus egresados se han articulado al sector público, empresarial y muchos ejercen mediante servicios profesionales y consultoría, el haber vinculado como docentes al talento humano local, ha contribuido a crear esa masa crítica pensante tan necesaria para la creación de región, lo más significativo viabilizar el acceso a la universidad de la población de más bajos recursos que de otra manera no habría podido cursar estudios superiores.

 

Sin duda la contribución al desarrollo humano y regional y los aportes que la Sede Pacifico le ha hecho a la región son significativos.

 

Que sigue y cuáles son los desafíos? Conmemorar estos 30 años debe conducir a la ciudadanía, el gobierno distrital y el sector empresarial a revisar y evaluar cuál ha sido su contribución a este proyecto académico y cómo articularse efectivamente para apoyar la proyección y cualificación de la Sede Pacífico. Buenaventura tiene el desafío de pensar el significado y rol de la academia en el desarrollo regional, seguramente reflexionando sobre este tema, será real y efectiva la articulación de la ciudadanía al proyecto académico.

 

Las directivas de la Universidad tienen el reto de reconocerle a la Sede capacidad y competencias académicas que permitan orientar los programas a las condiciones específicas y etnográficas de la región para una educación pertinente, que contribuya a generar las condiciones para un desarrollo humano integral como factor para potenciar el Ser de nuestro litoral como lo planteara Monseñor Gerardo Valencia Cano por la década de los 60, quien fuera el gran impulsor de la educación en el Pacífico, cuando se refería a la necesidad de la universidad en la región; en este proceso se debe culminar la tarea de asumir en igualdad de condiciones laborales y competencias académicas a la Sede, lo primero lograr que los docentes sean vinculados por concurso académico de méritos y así incluidos en la carrera docente para avanzar en la consolidación de la comunidad académica regional.

 

De mi experiencia como director de la Sede, lo mejor de mi vida laboral y un sueño cumplido.

 

Es también el momento de reconocer a quien fue el encargado de hacer realidad este proyecto Vallecaucano, el doctor Harold Rizo Otero.

 

Bien por la Universidad del Valle, por el Buenaventura, por la región, solo resta desearle a este importante proyecto académico Buen viento y buena mar.

 

Santiago de Cali, Octubre 15 de 2016